Un caluroso lunes 31 de Julio de 1989 (se alcanzaron los 38,8 ºC en Barajas) se publicaba en el B.O.E. la Resolución 18392 por la cual se convocaban las becas de introducción a la investigación destinadas a estudiantes de penúltimo curso.

BOE 1989

El B.O.E. es cuestión. Lectura ligera para después de comer. El intrépido o intrépida que se haya diespuesto a leer la resolución habrá visto que la dotación de las becas era de 15.000 pesetas mensuales (unos 90 euros). Envejecemos bien.

Sin embargo, por aquel entonces, estas becas no pertenecían al Programa JAE Intro (para ser más exactas, el Programa JAE no existía) ni tenían una denominación específica. Por ello, empezó a extenderse el nombre informal de «becas bicicleta», las becas que permitían la movilidad de los estudiantes por todo el país.

Las becas de introducción a la investigación (a.k.a. becas bicicleta) tuvieron un gran éxito y gozaron de popularidad. Se rumorea que incluso sirvieron de inspiración para gestar al Programa JAE de becas.

Pero esto no sería hasta el año 2007. Fue entonces cuando nació el Programa JAE, que incluía a las becas JAE Intro.

Cartel JAE 1989

Cartel de promoción original de las becas de introducción a la investigación, año 1989. Lo dicho, envejecemos bien.

La familia JAE Intro crece

Durante años, la convocatoria JAE Intro vagó sola por los mares de borradores y las resoluciones. No fue hasta el año 2019 que la cigüeña le trajo a la convocatoria JAE Intro dos hermanitas: ICU y SOMdM.

Con las tres convocatorias encima de la mesa (JAE Intro, JAE Intro ICU y JAE Intro SOMdM) el CSIC es capaz de ampliar el número de becas de introducción a la investigación y atraer cada vez más talento a sus filas, dándoos a los jóvenes la oportunidad de empezar a investigar en una institución tan relevante y prestigiosa como es el CSIC.